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hice justicia

No hay cosa peor en el colectivo que las personas que se me (sí, es personal, es "a mí") hacen los tontitos y paso a paso se acercan hacia el asiento que durante un largo largo trayecto relojeo, cuido con mi presencia y al que apuesto para sentarme (este se baja en Warnes seguro, tengo tiempo para dormir y todo, por ejemplo). No, NO, ese asiento es mío.

Tras varios robos asientiles, no pude permitir el último. Fue tal cual, esperé esperé, de repente se acercó un flaco que estaba en la oooootra punta del bondi. Habrá percibido una señal, algo, no sé. El ocupante se bajó, fiel a mi instinto y el señorito ladrón se sentó aprovechando el espacio que le dejé al ex ocupante para que se dirigiera a la salida. No lo pude evitar. Con mi vocecita potente y aguda le dije "¡¿Me permitís el asiento, por favor?!" Siempre educada, claro está. Se levantó le respondí en el mismo tonito gracias y me senté orgullosa de haber hecho justicia.

Otra cosa abominable es el bondi que aprovecha haberse quedado detrás de otras líneas, se hace el boludito y arranca sin levantar a los otros pelotudos que estamos esperando. Otro gran NO. Corrí, detrás de otro loco como yo, ignoré la puerta delantera cerrada y me mandé a la del medio. Me tomé de la baranda y di un giro que percibí como olímpico. Agitación, no sé si de haber corrido, si del giro o del orgullo de que por una vez no me haya quedado en la parada puteando.

Prometo conseguir trabajo cerca de casa. Tomarme 15 colectivos semanalmente me está haciendo muy mal. ¿Se nota?

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cansadita

De la gente que le genera bronca las vacaciones de invierno. A ver, en primera medida: no me digan más qué suerte porque más que suerte es una necesidad. Segundo: en realidad, es un receso. Si la escuela me propusiera reuniones de trabajo, iría súper contenta (en serio), pero esas propuestas no existen; de hecho, las improvisamos con colegas: nos contamos nuestras dificultades y nos damos consejos e ideas. Tercero: yo nunca pediría que le quiten a otro lo que yo no tengo, en tal caso haría algo para también conseguirlo y si no sucediera me la agarraría con el que me niega lo que considero mi derecho, no con quien lo puede ejercer. Cuarto: el trabajo sigue, en las reuniones improvisadas, en planificaciones, en correcciones, bueno... en todo lo que hacemos también los fines de semana. Quinto: aunque no sea mi caso lo menciono. Hay quienes duplican su trabajo como profes particulares, o sea: cero vacaciones. Así que el que me cruce, por favor, calladito la boca.

cosas que me di cuenta en las ya lejanas vacaciones de invierno y que recién ahora tengo tiempo de escribir

el pucho no sabe lo mismo sin el estresazo laboral es muy difícil, por no decir insoportable, ver adolescentes disfrutando de... cualquier cosa. las madres son más insoportales que sus niños ¿cuándo comenzó la cultura de ceder el asiento a "pequeños" de entre 8 y 12 años? yo me tomaba el 26 con mi hermana y sufríamos de codazos y asfixia. ah, y le cedíamos el asiento a los viejecitos, qué educadas volver y que el segundo trimestre aún continúe = desorganización, caos, desorientación temporal.