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Lecturassssss, lectoressss

En este recomienzo me encuentro más apasionada que nunca y se lo debo a mis primeras materias de la Diplomatura de Ciencias del Lenguaje en el Joaquín V. González: Literatura Infantil con Gloria Fernández y Teoría literaria con Isabel Vasallo... En la última estamos re leyendo Barthes, por ejemplo "Escribir la lectura" que es lo que pretendo que hagan mis estudiantes. Y me sigo sorprendiendo de lo difícil que les resulta ponerse como protagonistas (esta actividad la intenté el año pasado también). Necesitan de cuestionarios, se los hago, pero el último punto siempre es: escriban lo que les pasa con el texto. Y así y todo no pueden entender que no quiero que repitan lo que yo les digo, que lo mío es UNA lectura, que es la hora de decir lo que quieran. A pesar de todo está resultando. (Ya publicaré producciones que lo demuestren).

Pobres, creo que todavía están en el proceso de darse cuenta que no soy muy normal, anormal significa distinta, distinta de aquellos que quieren imponerse. Sé que soy distinta pero no única, por suerte. Lamentablemente, sí soy la única (por lo menos en Lengua y literatura) que les ha pedido algo así.

Se han dado ciertas escenas en las que lxs chicxs van percibiendo esta situación, lo que pretendo... Por ejemplo leímos un cuento fantástico, "La soga" de Silvina Ocampo. Como todo cuento fantástico creó confusión, creó varias lecturas y una de las chicas se puso como loca, me pedía una respuesta y yo le decía que varias eran posibles, que las que sus compñerxs me decían estaban bien. Pero ella quería sólo UNA. Y se enojaba, y yo me reía, de contenta. Escucho que le dice a una amiga: "ncfklsahdw la canchera..." Y, con la misma sonrisa, le(s) respondí: "Está perfecto lo que te pasa, el género fantástico es así, si no te confundieras no lo estarías entendiendo. De hecho, la literatura es así, tiene que movilizarte. Y no me hago la canchera, ¿no te parece que sería más aburrido que te diga lo que yo pienso y te obligue a repetirlo? Es más fácil, sí, para vos y para mí, pero es más aburrido."

Y nos fuimos las dos contentas.

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cansadita

De la gente que le genera bronca las vacaciones de invierno. A ver, en primera medida: no me digan más qué suerte porque más que suerte es una necesidad. Segundo: en realidad, es un receso. Si la escuela me propusiera reuniones de trabajo, iría súper contenta (en serio), pero esas propuestas no existen; de hecho, las improvisamos con colegas: nos contamos nuestras dificultades y nos damos consejos e ideas. Tercero: yo nunca pediría que le quiten a otro lo que yo no tengo, en tal caso haría algo para también conseguirlo y si no sucediera me la agarraría con el que me niega lo que considero mi derecho, no con quien lo puede ejercer. Cuarto: el trabajo sigue, en las reuniones improvisadas, en planificaciones, en correcciones, bueno... en todo lo que hacemos también los fines de semana. Quinto: aunque no sea mi caso lo menciono. Hay quienes duplican su trabajo como profes particulares, o sea: cero vacaciones. Así que el que me cruce, por favor, calladito la boca.

cosas que me di cuenta en las ya lejanas vacaciones de invierno y que recién ahora tengo tiempo de escribir

el pucho no sabe lo mismo sin el estresazo laboral es muy difícil, por no decir insoportable, ver adolescentes disfrutando de... cualquier cosa. las madres son más insoportales que sus niños ¿cuándo comenzó la cultura de ceder el asiento a "pequeños" de entre 8 y 12 años? yo me tomaba el 26 con mi hermana y sufríamos de codazos y asfixia. ah, y le cedíamos el asiento a los viejecitos, qué educadas volver y que el segundo trimestre aún continúe = desorganización, caos, desorientación temporal.